A mediados del siglo XIX las corrientes científicas de la época, venidas de Francia e Inglaterra, propagan los efectos terapéuticos del agua de mar, tras la epidemia de cólera que recorrió Europa, se empezaron a recetar los primeros 'baños de ola'; unos ejercicios que combatían el asma, la depresión o problemas circulatorios, con unas estrictas normas de aplicación, y que trajeron a las playas del litoral cantábrico a los primeros veraneantes.
Segunda Playa del Sardinero 1918 |
Los trajes de baño estaban compuestos por dos piezas: un pantalón largo y una blusa y el material más utilizado en su elaboración era la lana, que no se ceñía al cuerpo y sus colores eran oscuros, azules o marrones, Los cambios de ropa se realizaban en unas casetas instaladas en las playas a tal efecto y equipadas para la ocasión.
El 16 de julio de 1847 la Ciudad de Santander anunció por primera vez en la Gaceta de Madrid la playa del Sardinero, "Baños de Oleaje en el Sardinero. <<Habilitados los baños de ola en la espaciosa playa del Sardinero de Santander, ha empezado a ser concurrida por parte de sus naturales y de muchos forasteros. Nada se ha omitido a efecto de que los bañistas hallen todo lo necesario que requiere esta clase de establecimientos: seguridad y comodidad en los baños, con un camino hecho especialmente para ellos y un carruaje a propósito destinado a su servicio". Santander fue pionera en anunciar el turismo de sol y playa>>.
En 1861, la reina Isabel II y su familia deciden pasar una temporada en Santander y disfrutar de sus baños. La difusión de esta visita propició la incorporación del Sardinero a la lista de lugares de moda -terapéuticos- y de veraneo.
En 1872, Amadeo de Saboya llega a la ciudad convirtiendo al Sardinero en corte estival.
El Rey había de ocupar durante su permanencia en Santander el piso que actualmente ocupa la Junta de Obras del Puerto en la casa número 33 del Paseo de Pereda. El primer piso había sido decorado y pintado con gusto exquisito y así todavía se conserva hoy en día -salón, dormitorio y comedor real-. Pero por no estar completada la obra, el rey hubo de pernoctar en la Aduana y por el excesivo olor de pintura de la Cámara Real, habilitada como tal repentinamente, hubo de trasladarse al día siguiente al palacio de D. Juan Pombo (I Marqués de Casa Pombo), en El Sardinero», (Villa Piquío).
En 1876 es Alfonso XII, quien veranea en Santander invitado por el Marqués de Casa Pombo.
En 1900 a bordo del yate real "La Giralda llega a Santander el infanta Alfonso XIII co la reina regente su madre María Cristinal
Residencia de Juan Pombo Cornejo I Marqués de Casa Pombo |
En 1900 a bordo del yate real "La Giralda llega a Santander el infanta Alfonso XIII co la reina regente su madre María Cristinal
Durante varios años la realeza veranea en San Sebastián, hasta que en 1906 la los reyes Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia, deciden veranear en Santander, debido a la desavenencias entre la reina y su suegra Maria Cristina.
Para que los reyes tengan donde alojarse durante los veraneos reales, la ciudad regala a estos la Península de La Magdalena donde entre 1909 y 1912 se construye el Palacio Real, el día 7 de septiembre de 1912,se procedió a la solemne entrega de la llave del Palacio a Alfonso XIII. El 4 de agosto de 1913, comienzan los veraneos reales que durarían ininterrumpidamente hasta 1930, en que los reyes parten al exilio, con la instauración de la Segunda República.
Portalada de acceso al recinto Real (hoy desaparecida) |